Hoy cocino con los Carlos: Patatas de Jaca

Es imposible llevar más de tres años escribiendo un blog y no contar nada de tu vida, es más, para mí es imposible estar en la cola del súper y no contar casi toda mi vida.

Este post se trata de eso, de mi vida, de mi familia, por lo que no es extraño que me haga mucha ilusión escribirlo y espero que te guste leerlo, aunque sólo sea por lo buena que es la receta, lo guapos que son mis carlos y lo buenas que son las fotos de mi estupenda cuñada Mercedes.

Las patatas de Jaca, las llamamos así en casa, por que son la versión de unas maravillosas patatas que comíamos en Jaca, en un restaurante que creo recordar que se llamaba La Campanilla, que hace Carlos, mi suegro, y patriarca familiar.

En esta ocasión se han reunido dos generaciones de cocinillas, abuelo y nieto para hacer para mí estas fantásticas patatas, y así poderlas compartir contigo, ya verás como te animas a hacerlas.

Los ingredientes no pueden ser más sencillos, unos dientes de ajo, unos 6/8 según su tamaño, una docena de patatas de tamaño similar (ni muy grandes ni muy pequeñas), mayonesa y vinagre.

Lo primero que hicieron, sí hicieron, pues yo tengo que decir que no moví un dedo, fue poner una pota grande al fuego con las patatas y cubrirlas de agua y dejaron hervir hasta que ablandaron. El tiempo de este paso depende del tamaño de las patatas y de la calidad de las mismas  ( pínchalas de vez en cuando para saber si están blandas).

Mientras que las patatas se cocían, se pusieron a elaborar un alioli, para ello pelaron (aquí Carlos abuelo le contó a su nieto como dando un golpe seco al diente de ajo luego se pela mejor) y majaron en un mortero un montón de dientes de ajo, aunque te parezcan muchos no escatimes que son necesarios.

A los ajos machacados le añadieron la mayonesa integrando todo bien bien, la cantidad hasta que tengas suficiente para cubrir las 24 mitades de patata.

Una vez cocidas las patatas, dejaron que enfriaran para poder cortarlas por la mitad a lo largo, y las fueron colocando en la bandeja del horno con la piel para abajo.

Cuando tuvieron todas las patatas cortadas, y con la ayuda de un tenedor agujerearon la superficie para echar en cada patata un poquito de vinagre y así puediése penetrar bien.

Y cubrieron todas las patatas con el mejunje de mayonesa y ajo, no me digas que no tiene buena pinta la receta.

Y para terminar lo que hicieron fue meter las patatas en el horno a gratinar,¿qué cómo te quedas?. Receta fácil que en casa encanta, las comemos solas o en compañía de otros platos como si de una guarnición se tratase. ¿Qué me dices si las haces con patatinas pequeñas y las pones de aperitivo?. En fin, estupendas.

Realmente hacer cosas en familia es un gran placer, pero encima que esas cosas que haces sean cosas que te gustan sobremanera más.

Tengo aquí que dar las gracias a Carlos por su gran paciencia y por querer colaborar con las locas aficiones de su nuera.

También tengo que dar las gracias a Carlos, aunque no tuvo la menor opción que colaborar con su madre.

Y por último, y por ello no menos importante a Mercedes, que siempre que la llamo se presta a colaborar con este sencillo blog de cocina a pesar de estar ella en primerisima línea de la fotografía asturiana. Gracias a todos de corazón. Un beso.