Me diréis que si estoy de broma y que con las cosas del comer no se juega. Pues ni estoy de broma, ni estoy jugando, hoy os voy a proponer una receta que podría ser de pizza, por su concepción, y que no engorda (por lo menos no lo que una pizza). Pizza de carne light.
Ingredientes 3 personas:
1/2 kl. de carne picada
2 huevos
6 lonchas de queso
2 tomates maduros medianos
2 cucharadas de cebolla deshidratada y crujiente
pan rallado (opcional)
aceite de oliva
sal, pimienta negra molida, perejil y orégano
Modo de hacerlo:
En un bol ponemos la carne con los huevos, la cebolla, un puñadito de pan rallado (opcional),sal, pimienta y perejil y lo amasamos, no demasiado.
Cogemos un molde de horno redondo y desmoldable y lo untamos con mantequilla por todos los lados. Colocamos en el fondo la carne sin presionar demasiado, pero que cubra bien toda la superficie. Encima colocamos el queso y por último el tomate cortado en rodajas de mediano grosor, con una pizquita de sal en cada rodaja. Espolvoreamos con el orégano (yo todas estas especias las tengo secas en botes, pero si alguien las tiene frescas mejor) y le echamos por encima un chorrito de aceite de oliva virgen extra (yo utilicé uno con esencia de albahaca que compré en el Lidl).
Por último metemos la pizza en el horno precalentado a 210 grados a altura media y la dejamos unos 20 minutos. Sacamos y desmoldamos cuando enfríe un poco despegándola con un cuchillo por los lados.
Esta pizza, además de ser más ligera que una convencional, pues no lleva pan, seguro que os arregla alguna que otra cena infantil y acompañada de una ensalada es un estupendo plato único. Un beso.