Hay un refrán popular que dice «cuando el diablo está aburrido mata moscas con el rabo», yo ni soy el diablo ni tengo rabo, con lo que cuando estoy aburrida me da por maquinar recetas que puedan tener algún interés. Fruto de esos paseos con el perro es este risotto que podríamos denominar como fusión italo-española.
Ingredientes para 3 personas:
200grs. de arroz específico para risotto
1 l. de caldo
1/2 cebolla pequeña
1 diente de ajo
1 chorizo asturiano o similar
1/2 frasco de garbanzos
2 cucharadas colmadas de queso en polvo
1 cucharada de mantequilla
vino blanco
aceite de oliva
sal y pimienta
Modo de hacerlo:
En una pota ponéis un par de cucharadas de aceite, y añadís el diente de ajo picadito, una vez coja un pelín de color incorporáis la cebolla también finamente picada, salpimentáis y rehogáis hasta que adquiera un aspecto transparente. Por último añadís 3/4 del chorizo picadito y los garbanzos (reservar unos pocos para adornar) y rehogar.
Si no tenéis caldo casero, podéis comprar uno de tetrabrik o hacerlo con una pastilla. Hay que tener en cuenta que el caldo deberá apuntar un pelín a salado porque el arroz así lo quiere.
Añadir el arroz al sofrito y rehogar un par de minutillos, echar medio vaso de vino blanco y dejar que evapore el alcohol. Ir agregando el caldo caliente, sin que hierva, poco a poco mientras vamos revolviendo el arroz de vez en cuando para que vaya adquiriendo melosidad, evitar que el arroz quede seco o que tenga mucho caldo. Pasados unos 20 minutos comprobar el punto del arroz y si ya está añadís el queso, revolver y acto seguido incorporar la mantequilla.
Para rematar el plato, yo frío el trocito de chorizo picado reservado con los garbanzos y los coloco por encima con un pelín de perejil. Un beso.