¿Alguna vez has caído en la cuenta que una serie de acontecimientos fortuitos tienen un final inevitable?. Esta es la historia de este post: por la mañana temprano me doy cuenta que me conviene muchísimo publicar un postre pues tengo pocos, al rato veo en un chat que comparto con unas compañeras de cole una foto de una deliciosa porción de tarta Tatín que pensaba comerse una de ellas, y finalmente aparece por casa Mercedes, mi fotógrafa de cabecera, a traer un encargo para su hermano, mi marido. ¿Y cual es el final de estos acontecimientos?: Un precioso post de la receta de esta emblemática tarta.
Ingredientes:
Yo en esta ocasión he optado por hacer minitartas Tatín en moldes individuales que últimamente me va lo individualizado, la puedes hacer así o en una tartera redonda grande.
70grs. de mantequilla
185grs. de azúcar
unas gotas de zumo de limón (opcional)
4-5 manzanas reinetas según su tamaño
225grs. de harina
una pizca de sal
100grs. de mantequilla
65grs. de azúcar
1 huevo grande
Modo de hacerlo:
Lo primero que conviene que hagas es pelar, cortar por la mitad y quitar el corazón de las manzanas.
Pon al fuego una tartera apta para horno, échale la mantequilla y cuando halla licuado agrega el azúcar y el jugo de limón. Deja que caramelice y pon las manzanas con la zona del corazón hacia arriba (el fuego ha de estar suave para que no oscurezca el caramelo muy rápido). Ayudándote de una cuchara riégalas con el caramelo por encima.
Mientras dejas que las manzanas ablanden haces una masa quebrada: pon en una superficie lisa la harina, haz un hueco en el centro y casca ahí el huevo, échale la pizca de sal, el azúcar y la mantequilla a temperatura ambiente.
Amasa bien estos ingredientes hasta obtener una bola compacta. Enharina la superficie lisa y con la ayuda de un rodillo de cocina extiende la masa.
Corta la masa formando un círculo del tamaño de la tartera que estamos utilizando para caramelizar las manzanas. Yo en este caso corté círculos del tamaño de los moldes de silicona individuales que he escogido para la ocasión.
Con cuidado cubre el molde de las manzanas con el redondel de pasta, pinchala para que no infle al hornear e introdúcela en el horno precalentado a 200 grados hasta que dore.
Para hacer la Tatín individualizada, pon un poco de caramelo en cada molde, encima coloca una mitad de manzana con la parte del corazón hacia arriba y por último tápala con un disco de masa del tamaño del molde. Pinchalos, y para el horno.
El aspecto de esta tarta es fantástico y que decir de su sabor que combina el dulzor del azúcar y la acidez de las manzanas. Y ¿que me dices de lo chula que me ha quedado presentada en porciones individualizadas en una fuente sobre una preciosa y práctica tabla de Ikea?. Un beso.
Fotos: Mercedes Blanco