Un día, en plena vorágine navideña, me llamó mi amiga Ana Paz Paredes para proponerme una colaboración en el suplemento de salud de La Nueva España. El tema se trataba de elaborar una receta, en concreto un primer plato, con un producto típico de la gastronomía asturiana . Entre otros estupendos productos, como no, están las fabes y claro, que mejor que hacer un primer plato con tan emblemática y estupenda legumbre.
Puestos a hacer unas estupendas fabes, con centollo están de muerte y aunque la elaboración es un pelín pesada (a veces en cocina hay que trabajar), el resultado es tan óptimo que merece la pena con creces.
Ingredientes para 6 personas:
750grs. de fabes
1 centollo curioso
1 cebolla, 1 zanahoria, 2 dientes de ajo y medio pimiento
salsa de tomate
Vino blanco
caldo de pescado ( puede ser comprado)
sal, pimenton, azafran y guindilla
Modo de hacerlo:
Como en todas las recetas de legumbres secas, lo primero que tienes que hacer es ponerlas a remojo la víspera para que se hidraten.
Pon las fabes hidratadas en una pota, cúbrelas con agua fría y añade media cebolla, una zanahoria, medio pimiento y un diente de ajo. Añade un chorretón de aceite y pon a fuego medio hasta que comience el agua a hervir, añade un sobre de azafran, baja el fuego y deja que cuezan suavemente hasta que estén blandas (el tiempo dependerá de la calidad de la legumbre). Si ves que se evapora el agua añade más pero siempre fría. A última hora sazona.
Cuece el centollo, si esta vivo mételo en una pota cúbrelo con agua fría y cuando comience a hervir cuenta unos 15 minutos. Si el centollo esta muerto mételo en el agua cuando esta este hirviendo y déjalo también unos 15 minutos. Ah, el agua debera estar bien saladina.
Cuando el centollo este cocido y haya enfriado lo suficiente tendrás que partirlo y vaciar la carne de patas y cuerpo con sumo cuidado de no dejar partes duras (esto es lo mas pesadito de la receta).
En una sartén pon aceite de oliva, cuando caliente añade el otro diente de ajo y la otra media cebolla picados y deja que ponchen hasta ablandar, puedes ponerle una guindillina que le va genial. Añade una cucharadita de pimentón, un chorrearon de vino blanco y un par de cucharadas de tomate frito. Deja que se junten los sabores unos minutos y añade la carne de centollo, 1/2 l. de caldo de pescado , añade un poco de sal y hierve suavemente otros 10 minutos más.
Junta las dos elaboraciones y dales un hervor. Listo.
Esta receta esta mejor de un día para otro, y si quieres que esté aún más buena (que ya es difícil), a última hora puedes poner las fabes en una cazuela apta para horno, cubrirlas con pan rallado y hornear hasta que calienten y el pan dore. Un beso.