No podría ser otra que la pérfida manzana, fruta prohibida, sea la fruta asturianina por excelencia. Con ella cocinamos fantásticos postres, la utilizamos para un sin fin de platillos y como no, elaboramos nuestra singular sidra que por mucho que otros se empeñen en decir lo contrario, es la mejor del mundo. Dicho todo esto, hoy voy a utilizar esta estupenda fruta para hacer una tarta de manzana y almendras.
Ingredientes para la masa:
250grs. de harina
125grs. de mantequilla
75grs. de azúcar
1 huevo
Ingredientes para el relleno:
1 y 1/2kl. de manzanas Reinetas
1 limón
1 cucharada de azúcar
1 cucharada de mantequilla
1 ramita de canela
Ingredientes para el crocante:
100grs. de azúcar
100grs. de mantequilla
100grs. de almendra picada
1 pizca de sal
Modo de hacerlo:
Ponemos los ingredientes para la masa en un bol y con las manos los amasamos todos hasta obtener una bola compacta que guardamos en la nevera.
Pelamos y cortamos las manzanas en trozos no muy pequeños y los ponemos en una pota grande con el azúcar y la mantequilla y la ramita de canela. Rociamos con el zumo del limón y dejamos que ablanden sin que lleguen a deshacerse. Yo este paso suelo hacerlo en dos potas para evitar amontonar las manzanas y se hagan mejor sin deshacerse. Reservarlas.
Sacamos la masa de la nevera y la dividimos en tres partes. Con la primera parte hacemos una bola que extendemos con el rodillo para forrar el fondo de un molde redondo desmoldable que habremos untado de mantequilla previamente. Pinchamos con un tenedor e introducimos en el horno precalentado a 180 grados hasta que se dore.
Con el segundo tercio hacemos un rulo y presionando con las manos, cubrimos el perímetro del molde con el, haciendo así la pared de nuestra tarta. Rellenar la tarta con las manzanas a las que habremos quitado la ramita de canela.
Para terminar este paso, extendemos la última bola de masa con el rodillo y haciendo un círculo lo usamos para tapar la tarta. Meter la tarta otra vez al horno y dejar que se dore. Reservar.
Para adornar la tarta, en un cazo mezclamos las almendras, el azúcar y la mantequilla y lo ponemos al fuego para obtener una pasta.
Cuando la tengamos añadir, ya fuera del fuego, unas gotinas de leche para que podamos extenderla mejor por encima de la tarta cubriendo bien toda la superficie. Poner el horno al gril e introducir en el la tarta hasta que adquiera un precioso tono dorado.
Esta tarta os va a sorprender por su magnifico sabor y su gran presencia, yo a veces la acompaño con un poco de nata montada que sirvo en un bol aparte. Un beso.
Ya te contare, pienso hacerla tiene buena pinta.
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Es fantástica, y nada complicada
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