Hace ya algún tiempo fui a una cata de vinos a un restaurante que me encanta en Gijón, El Candil y ente otras tapitas riquísimas me impactó un postre que nos pusieron, unos pastelillos de manzana y queso azul.
Dada mi manera de ser, ese delicioso postre viene rondándome por la cabeza desde entonces. Hoy me he puesto manos a la obra y lo he reproducido, a mi manera de hacer y espero que os guste tanto como a mi.
Ingredientes:
Una placa de hojaldre rectangular
75 grs. de queso azul
75 grs. de queso fresco de untar
1 manzana reineta
1 huevo
azúcar, almendra molida y canela en plovo
Modo de hacerlo:
Pela, quita el corazón, corta a la mitad y filetea la manzana en rodajas muy finitas y resérvala.
Abre el paquete de masa y extiéndela sobre el papel donde viene enrollada. Del lado largo corta tres tiras como de dos dedos de ancho, una de ellas la cortas a la mitad para hacer los bordes de los lados cortos del rectángulo. Con las otras dos tiras largas haces los bordes de los lados largos poniéndolas encima de la masa. Pincha todo un poco.
En un bol machaca y mezcla los dos quesos hasta obtener una crema. Extiéndela en el centro del rectángulo dejando libre los bordes.
Encima del queso coloca con cuidado los filetitos de manzana montando uno tras de otro, cubre con manzana todo el queso.
Pincela toda la tarta con huevo batido y espolvorea las manzanas con una mezcla de dos cucharaditas de azúcar, dos de almendra molida y media de canela en polvo.
Introduce la tarta en el horno precalentado a 200 grados durante unos 15 minutos, hasta que esté bien doradita.
Ya verás que tarta más rica y que fácil y rápido la puedes hacer para triunfar con los que más quieres. Un beso.