Esta receta te va a gustar por lo fácil y resultona que es, ideal para una merienda y perfecta como broche final en cualquier celebración. Los ingredientes son muy sencillos de encontrar y su elaboración rápida.
Ingredientes:
1 manzana grande (yo tenía unas preciosas que me trajo Carlos de Luanco)
2 cucharadas de pasas de Corinto
2 cucharadas de nueces peladas y troceadas
3 cucharadas de azúcar
2 cucharadas de almendra molida
1 cucharadita de canela
1 cucharada de brandy (u otro licor que te apetezca)
2 cucharadas de mermelada de frutos rojos
pan rallado
1 lámina de masa de hojaldre
1 huevo
Modo de hacerlo:
Lo primero que tienes que hacer es poner la manzana pelada y troceada en pedacitos pequeños (como los de patata para tortilla) en un bol, añade las pasas, las nueces, el azúcar, la almendra molida y el brandy, añade también la cucharadita de canela y mezcla todo bien para que macere. Dejar reposar un rato (una hora será suficiente).
Extiende la lámina de hojaldre sobre el papel de horno con el que vienen y divídela a lo largo en tres trozos.
El trozo de en medio lo cubres con pan rallado, truco de mi amiga Teresa para que la manzana no empape la masa. Y los trozos de los laterales los cortas en tiritas para hacer un strudel chulo (puedes hacerlo también doblando sobre sí los laterales y no te complicas).
Pon sobre el pan rallado las frutas maceradas (no pongas el líquido que sueltan) y echa por encima la mermelada de frutos rojos.
Cierra el strudel haciendo una coleta con las tiras. Para finalizar pincélalo con huevo batido y espolvoréalo con azúcar y canela. Introduce el pastel en el horno precalentado a 200 grados y deja que se haga unos 20 -25 minutos (que tenga un bonito color tostado).
Yo cuando hago este postre lo sirvo con helado, me encanta la mezcla y suelo ponerlo templado para que contraste con el frío del helado con el calor del pastel. Un beso.