Me chifla esta tarta: una base hecha con la clásica masa quebrada y encima una deliciosa crema de naranja, parecida a una crema pastelera. Si la adornas bonita con un merengue gratinado ya ni te cuento…¡lujo total!.
Ingredientes:
para la masa
100 grs. de azúcar
200 grs. de harina
150 grs. de mantequilla
Para la crema
4 naranjas de zumo
1 limón
6 -8 cucharadas de azúcar (depende de lo dulcera que seas)
140 grs. de mantequilla
4 huevos
1 cucharada sopera bien colmada de harina de maíz refinada
Modo de hacerlo:
Lava y ralla la piel de una de las naranjas, y exprime su zumo junto con el de las otras tres y el limón. Pon en un cazo la mantequilla, el zumo y 3 – 4 cucharadas de azúcar, la ralladura de naranja y calienta a fuego medio hasta que hierva.
Pon en un bol las otras 3-4 cucharadas de azúcar, dos huevos enteros, las yemas de los otros dos (reserva las claras para adornar) y bate con la varilla hasta que estén bien integradas, añade la harina de maíz y bate un poco más, que no queden grumos.
Añade a esta preparación la mitad del zumo que tenemos caliente y revuelve bien para que no te salgan grumos, vuelve a juntar todo en el cazo, pon el fuego suave y deja que espese revolviendo para que no se te pegue y sácala del fuego. Reserva esta crema, para que atempere, y revuélvela de vez en cuando.
En una superficie lisa pon la harina, el azúcar y la mantequilla (cortada en dados) y comienza a masar con las manos hasta que te quede una masa compacta, haz una bola y guárdala en la nevera envuelta con film transparente unos minutillos.
Bate las claras de huevo, con una cucharada de azúcar, hasta que consigas el punto de nieve duro (utiliza las varillas eléctricas).
Coge un molde redondo con paredes desmoldables, divide la masa en dos partes iguales, con una de ellas , presionando con los dedos, cubre la base del molde y pincha la masa con un tenedor. Con la otra mitad de la masa haz un rulo del tamaño de la circunferencia del molde y presiona con los dedos para hacer la pared de la tarta. Mete al horno precalentado a 180 grados hasta que dore.
Rellena la tarta con la crema de naranja (deja que enfríe un poco la base) y adorna con el merengue que puedes haber puesto en una manga pastelera, pero que no es imprescindible. Gratínalo en el horno unos minutillos y listo.
Como ves esta tarta es una variante de otra que ya te conté en su día de limón y también tiene muchísimo éxito, es que como se dice por ahí, en la variación está el gusto. Un beso.