Los que lleváis una temporada siguiendo mi blog ya sabéis que de vez en cuando me lío la manta a la cabeza (o el mandil a la cintura) y pongo mi cocina a disposición de un cada vez más nutrido grupo de amigos y disfrutamos todos un montón.
Esta cena siguió el esquema de las dos anteriores, un menú degustación consistente en cinco platos que muestran un poco la filosofía de mi cocina, platos buenos, sencillos y resultones, que todo el mundo con un nivel básico de cocina y gran interés en ella, puedan hacer.
Como siempre tengo que mencionar al equipo de la cafetería del Club de Golf de La Fresneda, que con su buen hacer y cordialidad hacen que estas cenas sean todo un éxito.¡Gracias de corazón!.
La cena comenzó con un aperitivo supercuco y que tuvo una gran acogida por parte mis amigos: tartaletas de guacamole con tartar de salmón marinado. La receta del salmón marinado y el tartar ya os la he contado en post anteriores, aunque en esta ocasión el tartar lo varié algo mezclando el salmón picadito(si es a mano mejor que mejor) con cebolla morada y pepinillos agridulces tanbién finamente picados. El guacamole es fácil de hacer (ya os contaré) aunque también los hay en las tiendas hechos muy buenos.
El otro entrante consistió en una riquísima y sabrosa tosta de cebolla caramelizada gratinada. Para hacerla no hace falta más que cebolla caramelizada, tiritas de bacon frito, queso rallado, mostaza (puedes usar la que prefieras) y mayonesa. Mezcla estos ingredientes, pon un montoncito encima de unas tostas de pan de molde y gratínalas en el horno hasta que cojan un precioso tono dorado.
Después de estos dos aperitivos serví unos vasitos de crema de guisantes adornados con un salteado de guisantes y jamón y unas tiritas de zanahoria frita que quedaron muy bonitos, es un plato que puede hacer cualquiera y el resultado es muy vistoso. Para hacerlo no necesitarás más que unos guisantes congelados, de buena calidad, un buen caldo de gallina (ahí está la clave), un poco de cebolla y unos quesitos.
El plato principal está vez fue ave, pollo relleno de carne picada, acompañado por una salsa de champiñones y unas patatinas rehogadas, que ya os contaré la receta en el blog un día de estos, pero sí que os puedo decir que es otro plato fácil y sorprendentemente bueno. La salsa puede variar según os apetezca, pero esta opción de champiñones sé que gustó mucho.
Para terminar esta cena se me ocurrió que nada mejor que un poco de chocolate (siento una desmesurada debilidad por este rico alimento) en forma de bizcochito. Para acompañarlo una crema de nata y queso y coronado, este postre, con una fresa que ahora podemos encontrar prácticamente todo el año. Otra receta que pronto os voy a contar en forma de tarta.
Después de la cena, se sirvió café y copichuelas y la velada siguió como tienen que ser las reuniones de amigos, llena de anécdotas y risas que hacen que se me carguen las pilas para seguir con esta aventura hacia adelante.
Espero que hayáis disfrutado leyendo este post y que podáis coger ideas para celebrar vosotros vuestras fiestas, de todas formas yo estoy aquí para cuando necesitéis de estas ideas. Un beso.
Fotos: Mercedes Blanco
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