Esta receta de tarta es muy sencilla, tanto en ingredientes como en elaboración. Me parece genial hacer gasto a las confiterías, e incluso comprar postres en los supermercados, pero donde esté un sencillo postre casero que se quite todo lo demás.
Ingredientes:
2 botes de piña en su jugo pequeños
150grs. de azúcar
150grs. de harina
150grs. de mantequilla
1 sobre de levadura química
caramelo líquido
1 chupito de Contreau u otro licor que tengas amano
1 cucharada de azúcar
Modo de hacerlo:
Coge un molde redondo apto para horno (yo usé uno de pirex) y con la ayuda de un pincel de cocina embadúrnalo bien por todas partes de caramelo (fondo y paredes). Pon encima las rodajas de piña y reserva.
Pon en un bol la mantequilla a temperatura ambiente y cortada en daditos, añade el azúcar y con un tenedor mezcla ambos ingredientes hasta que estén bien integrados.
Vete separando las claras de las yemas de los huevos, las claras las echas en un bol y las yemas las vas añadiendo a la mezcla de mantequilla y azúcar una a una hasta integrar las tres.
Monta las claras, con unas varillas eléctricas, hasta que estén a punto de nieve (pon una pizca de sal que ayuda a que se monten mejor) y añádelas poco a poco a la mezcla anterior, yo este paso lo hice con una espátula y con movimientos envolventes.
Para terminar la masa, añade poco a poco la harina y la levadura tamizadas y con la espátula vete mezclándolas hasta obtener una masa bastante firme.
Distribuye la masa por encima de la piña con cuidado de que te quede por un igual e introduce la tarta en el horno precalentado a 170 grados unos 30 minutos, pasado este tiempo tápala con un trozo de papel de aluminio y deja que se hornee otros 20 minutos más. La tarta está hecha si pinchándola con un palo de brocheta este sale seco.
Mientras se hace la tarta pon en un cazo el líquido de las latas de piña, añade un poquito de licor (un chupito) y 1 cucharada de azúcar, deja que de un hervor y apaga el fuego.
Saca la tarta del horno, pínchala por toda la superficie y báñala con el sirope que has hecho, deja que enfríe totalmente, métela en la nevera y deja que repose, es mejor hacerla de un día para otro.
A la hora de desmoldar la tarta, pasa un cuchillin por los bordes y dale la vuelta en una fuente redonda, deja (con un poco de paciencia) que caiga por su propio peso, dale si acaso unos golpecitos.
Para finalizar adorna la tarta con unas guindas cortadas a la mitad que te quedará super chula. Un beso.