Siempre que termino un post de este tipo pienso, debería de hacerlo más a menudo. Siempre lo pasamos genial, pues por supuesto he contado con la impagable colaboración de Mercedes Blanco (dadalacoyuntura.com), sin la cual esto no sería lo mismo.
En esta ocasión ha cocinado para nosotras Tere, el alma del restaurante Bar Camacho. Reconozco que según la conocí sentí cierta envidiuca (sana ¡eh), es ideal, estilosa, simpática, cariñosa y extremadamente talentosa, pero rápidamente esa sensación se transformo en una profunda admiración por esta guisandera asturiana que pone el pabellón de nuestra gastronomía en todo lo alto.
Me encantó su hospitalidad, según llegamos nos tomamos un cafetín con un pedazo de bizcocho casero, en un ambiente lleno de detalles que hace que te sientas como en casa, y ya ahí la conexión fue fantástica, Merce capto el momento y ya todo fue rodado.
Lo más difícil de todo fue concentrarnos en la cocina, pues toda la tarde estuvo plagada de risas, anécdotas y mucha complicidad, vamos una tarde de chicas en toda regla, se hablo de todo un poco y por supuesto se cocinó con fundamento, quien dijo que cocinar es tarea engorrosa no tenía a mano esta deliciosa receta de chipirones (en esta ocasión frescos pues estamos de temporada, pero puedes hacerlos con chipirones congelados perfectamente).
Para hacer esta receta necesitas, pon que para 4 personas, 1 kl. de chipirones, 1 cebolla grande, 1 pimiento verde, 2 dientes de ajo y 1 guindilla de cayena. Necesitarás también un poco de vino blanco, ron añejo, sal y aceite de oliva 0,4.
Lo primero que tienes que hacer es limpiar los chipirones, separa las patitas del cuerpo, quita la pluma (una estructura alargada transparente y dura que tienen dentro) y límpialos bien por dentro y fuera, ponlos en un colador y resérvalos.
Hablando de limpieza, no te puedes ni imaginar como tiene de primorosa Tere su cocina, eso sí el mérito se lo da a sus empleadas, que llevan con ella desde que comenzó y de las que habla con gran admiración y cariño. Como será, que la mayoría de sus clientes acceden al coqueto comedor atravesando la misma entre potas y guisos.
Pon una cacerola con aceite en el fuego y cuando caliente añade el ajo picado finamente, deja que tome un pelín de color y añade la cebolla y el pimiento, junto con la guindilla triturados (puedes hacerlo en el robot de cocina) a la cazuela, deja que pochen con un poco de sal hasta que ablande.
Cuando tengas las verduras en su punto añade un chorro de vino blanco y otro, generoso de ron añejo, y deja hacerse la salsa unos minutos. Añade los chipirones salados, tapa la cacerola y deja que se hagan suavemente 20 minutos. Y listo, te aseguro que tendrás un plato increíblemente bueno y ya ves que poquito hay que hacer, aunque también pienso que la mano de la cocinera algo tendrá que ver ¿verdad?.
Si eres de Asturias y tu afición es la cocina es imposible que no hayas oído hablar de María Luisa, sus libros están por todas las casas y sus recetas son todo un clásico en nuestros hogares. Cuenta Tere que cuando se caso, muy joven y locamente enamorada, lo que su madre le metió en el ajuar fue un costurero, unos trapos de cocina y un libro de María Luisa (te puedes imaginar el cachondeo).
Esta ilustre señora, que acaba de fallecer recientemente centenaria, fue hasta su muerte guisandera de honor, tengo que explicarte un poco qué es eso de ser guisandera: en Asturias hay una especie de club selecto, formado por las guisanderas, mujeres cocineras que regentan un negocio y tienen la misión de guardar el legado de la cocina tradicional asturiana, sus recetas y sus productos, eso sí dándoles cada una su toque personal.
Dicho esto, es lógico que Tere quisiera hacer un homenaje a esta mujer y eligió para ello una receta que lleva su nombre: tarta María Luisa. Para hacerla necesitas, un rulo y medio de galletas tipo María, 50grs. de coco rallado , 50 grs. de nuez y 60grs. de mantequilla para la base. Para el relleno lo que necesitas son 3 limones, 50grs. de azúcar, 4 huevos y 1 bote de leche condensada grande.
Reserva las claras para subir a punto de nieve duro con el azúcar para decorar la tarta.
Tritura las galletas y mézclalas con el coco, las nueces molidas y con la mantequilla derretida, haz con todo una masa, puedes añadir un poco de leche si fuese necesario, con la que poder cubrir la base de un molde redondo desmoldable (es conveniente que forres el molde con papel de horno). Mete en el horno precalentado a 200 grados unos 10 minutos y reserva.
Pon en un bol grande la leche condensada, y con la ayuda de unas varillas eléctricas vete añadiendo e integrando las yemas de una en una. Para finalizar añade el zumo de los limones y mézclalo todo bien. Pon esta mus encima de la base de galletas y mete en el horno precalentado a 200 grados media hora.
Una vez que tienes la tarta fuera del horno deja que atempere y métela en la nevera, pues conviene que este fría para poder desmoldarla (de un día para otro es perfecta).
Para decorar la tarta monta las claras a punto de nieve fuerte con el azúcar , coloca el merengue encima de la tarta y tuéstalo con la ayuda de un soplete, si no tienes puedes poner el horno al gril y cuando este bien caliente meter la tarta un par de minutos que dore.
Como te puedes imaginar la tarta no la pudimos desmoldar sobre la marcha, pero no me hace falta tener mucha imaginación para saber lo deliciosa que al día siguiente iba a estar, el olor de la cocina lo decía todo.
Entre fogones transcurrió la tarde, Tere es una persona afable, cuya máxima preocupación es el bienestar de sus clientes,»las personas que nos visitan vienen a pasar un buen rato y nosotros los esperamos aquí para dárselo». Creo que con esta filosofía, el éxito de un restaurante está garantizado.
También es una persona conprometida con su entorno, y se ha comprometido con los productos IGP (Alimentos del Paraíso). Su carta es la misma durante todo el año, ya sabéis que los asturianos no entendemos de estaciones, pero incorpora , según la época algún que otro plato de temporada, vamos que siempre hay motivo para hacer una visita.
podría seguir escribiendo un largo rato sobre esta tarde de cocina, pero creo que lo mejor que puedes hacer es acercarte por Anieves y conocer de primera mano todo esto que te cuento. Solo me queda dar las gracias a Tere por su hospitalidad y prometer volver pronto a visitarla.
Fotos : Mercedes Blanco (dadalacoyuntura).